domingo, 6 de octubre de 2013

Perdidas en Tokio?....Nada de eso!

Que poco sabía de Tokio!…mi único referente era la loca  película de Bill Murray y la encantadora Scarlett Johansson, (Perdidos en Tokio),  donde ambos protagonistas compartían la nada y el vacío en una ciudad a la cual no lograban acceder.


Sin embargo,  oh sorpresa!! me he encontrado con una ciudad maravillosa, sorprendente  y absolutamente accesible. Es una ciudad amigable,  muy fácil estar y moverse en ella, (aun cuando ni siquiera hablan inglés).
con Vicente
La verdad es que nunca se me hubiera ocurrido venir a Tokio si no se hubiera presentado la oportunidad de que Vicente, mi hermano, viviera aquí  Así fue que con mi amiga Carmen Lara decidimos emprender esta aventura y aquí estamos.
Gracias a  la genial  orientación de mi hermanito, (siempre he dicho que lo mejor que hacemos como familia son los viajes y que sabemos sacar  de ellos lo mejor), hemos tenido al mejor guía.  Gracias a sus tips (el se maneja como pez en el agua), nos hemos movido fluidamente por sus 
calles, su metro, sus trenes y todas las bellezas que hay que ver.

jardines del palacio imperial
Tokio no es uno. Son miles de barrios. Cada uno con su encanto, sus callecitas, sus rincones; en cada uno conviven la tradición, lo sagrado de los templos shintoistas o budistas junto a  la ultra modernidad, todo  integrado siempre por sus parques. 


La naturaleza esta inmersa en la vida cotidiana y es venerada y cuidada. Los arboles enormes y de los verdes mas diversos, las flores, en medio de canales, puentecitos o pequeñas cascadas de agua.


Todo en un fluir suave, silencioso, respetuoso como ellos. 

La gente habla suave, son amables, delicados, nadie grita ni habla fuerte ni en la calle ni los metros. Van leyendo o con sus celulares (todos, jóvenes y viejos) pero no te inundan ni con sus conversaciones o su música.
.


Es un mundo donde también se dan los extremos: la mujeres vestidas con sus kimonos o bien, vestidas en las formas más raras. 
A ratos parecen muñecas o quizás figuras de las mismas animaciones que uno no conoce. Los chicos y hombres impecablemente vestidos de ejecutivos, todos uniformados con sus trajes negros y sus camisas blancas albas y su maletín, pero que parece que mas tarde se desordenan y mucho. Seguro que tanta formalidad y contención necesita de su opuesto. Así también se ven extremos en las modas y espacios de ruido y estridencias, pero sin interferir lo otro..





















Pero lo bueno es que todo convive y hay espacio para todo y todos. Y también mucha seguridad. Los niños desde chiquititos se van solos al colegio y se les ve tranquilos en el metro y las calles. Y a las 5 , en toda la ciudad suena un carillón (suave y armónico también) para que los niños vuelvan a casa. ..Y así mil detalles.


Es un país bello,  profundamente estético en todo sentido. Todo eso que siento que nosotros en Chile perdimos hace mucho tiempo. Por eso es bello estar aquí  Dan ganas de mas porque en el fondo es algo que nuestra alma necesita. Tener una vida buena, cálida, respetuosa de la naturaleza y de los otros,   armónica. Aquí eso existe en cada rincón,  en cada gesto.

Hay tantos aspectos para detenerse e intentare ir haciéndolo poco a poco. Está la gente y sus costumbres sencillas ; esta toda la ciudad  la vida diaria de los barrios y de los grandes centros, están los parques y la naturaleza, esta la cultura y la historia, están las artes y la estética de cada objeto, de cada envase, de cada signo, están  las tiendecitas pequeñas y cuidadas  y en medio, están los templos donde es necesario recogerse y pasar como parte del día.


De verdad es una vida amable, una ciudad amable que se nos ha brindado maravillosamente, sin mencionar aun los lugares fuera de Tokio que ya hemos empezado a conocer.

Ha sido y esta siendo una aventura fascinante! Cada día es una sorpresa y aunque al finalizar el día  terminamos destruidas de tanto recorrer y descubrir, vale demasiado la pena! ... Ademas que llegamos a casa, a compartir y relajarnos con un buen aperitivo que han preparado M.Ofelia y Vicente.

Que mas se puede pedir?
Puro agradecer este gran encuentro con ellos y  este bello mundo!

Hasta pronto!