lunes, 26 de noviembre de 2012

CONVERSAR Y ESCUCHARSE: herramientas de transformación

Casi cierro el año y miro el camino recorrido…Año intenso, atareado y a la vez creativo, marcado fundamentalmente por la experiencia de los Talleres Un Alto en el Camino, realizados con mi amigo Gabriel Bunster.

Dos Grupos, dos realidades, dos paisajes y senderos atravesados,  muy diversos  ambos, ambos profundamente enriquecedores y bellos como experiencia humana

Como hablaba hace un tiempo el Alto 1 vivimos el encuentro, la danza de la diversidad, la confianza y la honestidad. Hoy de ese Grupo, gran parte de las personas  se sigue juntando. Se generaron encuentros profundos, tuvimos experiencias off taller que poco a poco también nos han hecho crear vínculos más allá de las temáticas, conectarnos con el disfrute de la vida, con el goce del compartir no sólo la conversación sino también otras inquietudes, o bien una comida, un buen vino o simplemente la naturaleza.

Ha sido un grupo profundo, interno, íntimo y altamente  ávido de aprender más , de comprender, de descubrir dia a día nuevas miradas para vivir  con más alegría, con más sentido e integridad. Y para eso cada un@  se miró , se abrió y se atrevió a exponerse, con la confianza que tenia el espacio para Ser y sería aceptad@ y querid@ en eso, sin exigencias, sin crítica… 

Nuestro Alto 2 fue  maravillosamente equivalente aunque distinto. Más grande, más expansivo. Empezamos de a poco compartiendo y soltándonos. Hubo cambios al inicio del camino hasta quedar quienes tenían que estar. Y se fue formando un grupo cálido, alegre, vivo y deseoso de expresarse; maravillado ante quienes iban abriéndose y trayendo sus miradas muy diferentes, controvertidas, sorprendentes muchas veces  por  su  audacia o bien su rigidez, pero supimos navegar en esas aguas hasta formar “un grupo” y poder realmente escucharnos y conversar.

Hubo también un espacio alegre, desordenado que alivianó momentos de naturales divergencias o intolerancias porque de fondo hubo cariño, calidez y cercanía y también cierta liviandad que hacía que no se quedaran tomados de aquellos juicios que muchas veces nos cuesta aceptar.
Fue un grupo jovial, liviano, simpático y que a la vez hizo que hubiera transformaciones serias y profundas. Los cuerpos de muchos cambiaron, las miradas se aliviaron y serenaron, los dolores se pudieron poner sobre la mesa suavemente con mucho respeto,  siendo escuchados y recibidos por todos con todo el amor y cuidado que se merecían. Hubo sin duda momentos sagrados que cada uno llevará en su corazón porque seguramente se sintió acogido, escuchado y honrado en su vivencia  y  eso seguro ayudó a sanar un poco más su herida.

A partir de ambos grupos, se han  creado lazos que sin duda durarán mucho tiempo, ya “habitamos” unos en otros y nos hemos encontrado desde el alma, para la vida.
Siento que la vida de cada uno se transformó al encontrarse con el/los otros y ya ninguno es el/la mismo/a.

Y si, todo esto que vivimos fue gracias a algo tan simple que trajimos a la mesa con Gabriel: el detenernos, encontrarnos a compartir y ejercitar el escucharnos , aunque No de cualquier forma, sino “de verdad”,  “activamente”. Así, para aprender más de nosotros, para aprender más de los otros. Algo tan sencillo y tan escaso, que está a la portada de la mano y no lo ocupamos, en este correr desenfrenado en que vivimos.

Sentarse a conversar sobre lo que nos ocurre y escucharnos… Ir más allá del "estar de acuerdo o en desacuerdo", más alla del "yo estoy bien, tu estás equivocado.

Recordé ese Programa Tolerancia Cero en que Maturana hablaba de eso mismo, frente a los panelistas habituales que lo miraban atónitos sin entender NADA y como  diciendo…”nos equivocamos al invitar a este h…”
Que equivocados estaban, solo que conversaban en otro riel, sin escucharse. Eran conversaciones paralelas o en “memes” distintos como diría nuestro amigo Don Beck  de la teoría de los Espirales Dinámicos. Imposible conectar…Cuanto entendí en ese momento a Maturana!

Eso es lo que nos falta!
Sin embargo este año he tenido la fortuna de experimentarlo, en estas pequeñas experiencias , en estos espacios creados para ello, que han sido capaces de enriquecer y transformar a quienes participaron y también a nosotros coordinadores.

Un año de Conversaciones que hoy cierro, agregando también una gran experiencia recién vivida . Fui invitada a coordinar unas mesas de conversaciones que están ocurriendo en distintas regiones de Chile sobre el tema del Agua y Medio Ambiente, gracias a una Iniciativa , liderada por Francisco Donoso, consultor  y promovida por ANDESS  y la Univ. de Chile (www.aguaymedioambiente.cl).  Allí,  distintos actores sociales relacionados con el tema del Agua se sentaron a conversar , a escucharse y a diseñar nuevas formas de abordar integrada y conjuntamente el tema, pero ya no cada uno desde su parcela y única verdad,  sino escuchando la realidad de los otros sectores.

Así, hoy por primera vez, se están juntando empresarios de las Sanitarias o Minería, con académicos e investigadores , con Ong y representantes de  Comunidades locales, rurales  o indígenas, con representantes de Gobierno y servicios públicos. De este modo, a lo largo de Chile ,  se están empezando a encontrar ,  para conocerse,  escucharse,  crear nuevos escenarios, y atreverse a soñar juntos en este tema central para el futuro del planeta… Gran Iniciativa!


El poder de las Conversaciones  y de la Escucha; (no me gusta hablar de Diálogo, que está tan manoseado). El darse el tiempo,  a cualquier nivel, para con-versar, recibirse al escucharse,  recrear y ampliar las miradas… sin duda un camino poderoso.

Si, este ha sido uno de los regalos de este año….
Rescatar simplemente el poder de detenernos, conversar y escucharnos unos  a otros, suspendiendo por un rato nuestros juicios habituales y abriéndonos a nuevas perspectivas..
Gracias a todos los “conversadores y escuchadores”  que he encontrado por el camino.