Dejo Sevilla, siguiendo mi estrella y despidiendome de " la Macarena", esa virgen que guardó celosamente Antonioni, ateo y cerebral como era, en su cama de hospital cuando lo operaban de cancer. Tomo mi tren/hotel a Barcelona. Primero sola y luego acompañada de una mujer chica y acelerada que sube más allá, con la que hablamos poco, pero quien me hizo recordar al Conejo de Alicia. No decía como éste, "estoy apurado, estoy apurado, el cielo se va a caer...". Esta decía , observandose sin parar en el espejo, del compartimento..."Es que estoy muy flaca, estoy muy flaca"...yo la miraba divertida, porque se veía muy bien y proporcionada y las mujeres en general, decimos lo contrario... Pero bueno, el viaje fue un grato dormir y estuvo bien...
LLego temprano a Barcelona. Dejo las maletas en la estación porque de verdad no sabía donde me quedaría aún. No tenia alojamiento, no habia hostales por los feriados, etc. Lo unico que habia asegurado era un convento de benedictinas que habia descubierto, por un dato, llamando a Gerona. Lo había reservado , pero no estaba segura. ¿Como yo alojando en un monasterio de monjas? No me imaginaba. Me sonaba demasiado raro, aunque por otra parte me atraía. Mejor explorar antes de tomar alguna decisión...
Entonces me voy a la ciudad... Ahí me encuentro a las 9 a.m., paseando por la Rambla, con los puestos de flores, de pájaros (nunca me había dado cuenta que había tantos pájaros); luego entrar a la Boquería ese mercado maravilloso, cuando se está abriendo y recien están poniendo las frutas y verduras...Siento el despliegue de colores, de olores a naturaleza, las setas, los huevos, los mariscos...Todo, qué belleza!
Luego comerse una ensalada de frutas frescas y un gran jugo de mango y piña para seguir recorriendo la calle del viejo Hospital donde vivió Ignacio, mi sobrino querido y todas las callecitas del Barrio Raval y del Gótico, donde anduvimos hace unos años con la Xime, Ernesto y mi preciosa Constanza... Me emociona volver a vivir ese viaje tan lindo. Todo se hace grato y me es familiar, Me encanta esta ciudad, me siento en mi piel... Mientras, busco hostales por si acaso... Me gusta la posibilidad de estar por ahí...desecho el convento o lo veo? Esas son mis dudas existenciales del momento... pero también muy simbólicas de los mundos en los que me muevo: entre el bullicio y el silencio. (Si, eso soy yo)
Y decido ir a ver el convento. Es fácil llegar. La "hostatgeria" del monasterio de Sant Pere de les Puel.les, en el barrio Sarriá. Llego temerosa y distante, sin embargo empiezo a encontrarme con un lugar precioso, acogedor, impecable y comodísimo. Todo está en un orden estético increíble...
Llega Catalina, la madre con quien había hablado y me empieza a mostrar y contar. Yo pregunto todo para ubicarme , cómo es la vida ahí. Vengo con la exitación de la ciudad y me cuesta verme ahí "encerrada" (según mi prejuicio), todos mis días barceloneses... Ella encantadora me estaba esperando.Me tiene la mejor pieza, una suite, con baño, escritorio, salita...de lujo. Y yo como una idiota, desde el miedo, poniendo solo trabas y dificultades..."es que madre, yo tengo que salir a internet, tengo una reunion en el institut gestalt, debo ir a Girona, etc.. etc... Ella suave y simpatiquisima, me abre y me abrepuertas, puras facilidades con una sencillez y una alegría increibles, pero a la vez, sin insistir ni presionar...todo desde la apertura del corazón..."Toma aqui están tus llaves para salir o entrar cuando quieras..." me invita a comer hoy, que yo vea libremente y decida... Confundida por mi tozudez y /o estupidez, le digo que voy a buscar las maletas y que luego le aviso...
Salgo del convento y ya en la esquina, no me cupo duda que tenía que volver ahí... ese era mi lugar por estos días...
LLego temprano a Barcelona. Dejo las maletas en la estación porque de verdad no sabía donde me quedaría aún. No tenia alojamiento, no habia hostales por los feriados, etc. Lo unico que habia asegurado era un convento de benedictinas que habia descubierto, por un dato, llamando a Gerona. Lo había reservado , pero no estaba segura. ¿Como yo alojando en un monasterio de monjas? No me imaginaba. Me sonaba demasiado raro, aunque por otra parte me atraía. Mejor explorar antes de tomar alguna decisión...
Entonces me voy a la ciudad... Ahí me encuentro a las 9 a.m., paseando por la Rambla, con los puestos de flores, de pájaros (nunca me había dado cuenta que había tantos pájaros); luego entrar a la Boquería ese mercado maravilloso, cuando se está abriendo y recien están poniendo las frutas y verduras...Siento el despliegue de colores, de olores a naturaleza, las setas, los huevos, los mariscos...Todo, qué belleza!
Luego comerse una ensalada de frutas frescas y un gran jugo de mango y piña para seguir recorriendo la calle del viejo Hospital donde vivió Ignacio, mi sobrino querido y todas las callecitas del Barrio Raval y del Gótico, donde anduvimos hace unos años con la Xime, Ernesto y mi preciosa Constanza... Me emociona volver a vivir ese viaje tan lindo. Todo se hace grato y me es familiar, Me encanta esta ciudad, me siento en mi piel... Mientras, busco hostales por si acaso... Me gusta la posibilidad de estar por ahí...desecho el convento o lo veo? Esas son mis dudas existenciales del momento... pero también muy simbólicas de los mundos en los que me muevo: entre el bullicio y el silencio. (Si, eso soy yo)
Y decido ir a ver el convento. Es fácil llegar. La "hostatgeria" del monasterio de Sant Pere de les Puel.les, en el barrio Sarriá. Llego temerosa y distante, sin embargo empiezo a encontrarme con un lugar precioso, acogedor, impecable y comodísimo. Todo está en un orden estético increíble...
Llega Catalina, la madre con quien había hablado y me empieza a mostrar y contar. Yo pregunto todo para ubicarme , cómo es la vida ahí. Vengo con la exitación de la ciudad y me cuesta verme ahí "encerrada" (según mi prejuicio), todos mis días barceloneses... Ella encantadora me estaba esperando.Me tiene la mejor pieza, una suite, con baño, escritorio, salita...de lujo. Y yo como una idiota, desde el miedo, poniendo solo trabas y dificultades..."es que madre, yo tengo que salir a internet, tengo una reunion en el institut gestalt, debo ir a Girona, etc.. etc... Ella suave y simpatiquisima, me abre y me abrepuertas, puras facilidades con una sencillez y una alegría increibles, pero a la vez, sin insistir ni presionar...todo desde la apertura del corazón..."Toma aqui están tus llaves para salir o entrar cuando quieras..." me invita a comer hoy, que yo vea libremente y decida... Confundida por mi tozudez y /o estupidez, le digo que voy a buscar las maletas y que luego le aviso...
Salgo del convento y ya en la esquina, no me cupo duda que tenía que volver ahí... ese era mi lugar por estos días...
Igual vuelvo al centro, sigo recorriendo un poco. Finalmente, voy a Santa María del Mar que adoro y casi como si me fuera a despedir, frente a la Iglesia, me tomo una copa de rosé , con unas tostadas de foie gras deliciosos y ya! estoy lista para el convento, feliz de mi decisión, pero tambien ya se que pasaré ahí días muy buenos...
Cómo me costó tanto, cómo tan ciega si las señales estaban todas ahí... a veces el miedo y los condicionamientos son mayores...Cuánto cuesta limpiarse los ojos, pero lo importante es que pude...
LLego agotada con mis maletas, me instalo y rendida de mis luchas, me voy a las "vísperas". Las monjas cantando cantos y oraciones en catalán. Recibo simplemente el sonido, como si fueran mantras, hasta que reconozco un Padre Nuestro precioso que todos cantamos con las manos abiertas al cielo.
Luego ya es hora de comer, nos reunimos los huespedes.. Jovenes de varios países que han venido a estudiar; y en mi mesa, comparto con dos francesas encantadoras que han llegado de Montpellier, (buen momento para practicar mi mal francés.) Ellas tambien quieren combinar espiritualidad y cultura.
Catalina nos explica e integra a todos. Es adorable, como si nos conociéramos de siempre... y celebramos la llegada, Catalina toma con nosotros un buen vino blanco helado... qué loco todo! Todo se une , todo se integra ....la Providencia se encarga...
Este dia ha sido un gran día y sin duda esta será una gran estadía...Estoy emocionada con lo que ha pasado...
Ya es hora de dormir...Antes de ir a acostarme, miro brevemente la pequeña biblioteca de la hostatgeria, buscando algo para leer. Solo libros religiosos, salvo uno que me llama la atencion. Es de Susana Tamaro, la novelista italiana. Lo tomo y leo: "lo desconocido genera miedo, el misterio genera asombro"... Solo sonrío...Eso sería todo por hoy...
hermana Carmen ... buenos dias nuevamente ...
ResponderEliminarQue onda los temores ??? ... de que ???
Me quedo con los asombros desde el misterio y los mantras ...
Me recordé de una ida a Punta de Tralca ... solo ... y estaba convaleciente Mons. Fco. Valdes ... Fue riquisimo compartir esa vida de laudes y visperas con él y las monjitas ...
Una semanita de regalo.
mas besitos para tu viaje ...
Ah!!! el Diego Labbe y Mola tienen una amiga arq. estudiando en Barcelona. Es deliciosa ... Florencia Labarca [mariaflorencia@gmail.com] ...
Si estas con ella le das un beso mio.
Chau